25 de marzo de 2024

"Esperando a Godot", de Samuel Becket

Club de Lectura autónomo "Hablando del asunto". Miércoles mañanas
Del 27 de marzo

Cuando en 1953 se estrenó en París Esperando a Godot, casi nadie sabía quien era Samuel Beckett, salvo, quizá, los que ya lo conocían como exsecretario de otro irlandés, no menos genial, James Joyce. Por aquellas fechas, Beckett tenía escrita ya gran parte de su obra literaria; sin embargo, para muchos, pasó a ser "el autor de Esperando a Godot". Se dice que, desde aquella primera puesta en escena -que, realizada por el gran Roger Blin, causó estupefacción y obtuvo tanto éxito- hasta nuestros días, no ha habido año en que, en algún lugar de nuestro planeta, no se haya representado Esperando a Godot. ¡Más de cuarenta años en los escenarios del mundo! El propio Beckett comentó en cierta ocasión, poco después de recibir el Premio Nobel de Literatura en 1969, que Esperando a Godot era una obra "horriblemente cómica". Sí, todo lo horriblemente cómica que puede resultar, a fin de cuentas, la angustiosa situación límite de dos seres cuya vida y grotesca solidaridad se forjan en la absurda y vana espera de ese quién sabe qué (o quién) al que llaman Godot.


información entregada aquí

2 comentarios:

Juanjo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Estamos ante una obra con un escenario muy simple y cuatro personajes. Los dos personajes principales esperan no se sabe muy bien que, representado por Godot. Son dos personajes que no son capaces de vivir el uno sin el otro. El autor nos muestra una idea de la vida vacia, en el que no se sabe a donde vamos, tambien aborda el suicidio como posibilidad, y la explotación de unos hombres sobre otros representado por el personaje que tiene una soga al cuello y recibe ordenes del otro, y que a veces se revela, como cuando le da unas patadas a Estragon, para Beckett el hombre es absurdo en si mismo.