27 de marzo de 2014

Dios sentado en un sillón azul de Carlos Casares


En  tiempos de la República, durante una corrida de toros celebrada en La Coruña, el estoque de Belmonte saltó por los aires y se fue a clavar en el cuello de un espectador, que murió en el acto. Al conocerse la noticia, el público empezó a batir palmas pidiendo música. Algún tiempo después, en Orense fusilaban a un joven inocente que se apellidaba París. Todo esto lo oí contar. Las historias de maquis y guardias civiles vinieron más tarde, ésas ya las viví yo en mi infancia. Por lo que se refiere a la barbarie nazi contra los judíos, pertenece al mundo de todos nosotros. En cuanto a la belleza de los atletas y gimnastas en el estadio de Grunewald, son imágenes que nos ofreció la cámara de Leni Riefenstahl. Para entenderlo todo, a mí me faltaba algo. Con este Dios sentado en un sillón azul, las cosas cuadran bastante mejor.

http://www.alfaguara.com/es/libro/dios-sentado-en-un-sillon-azul/

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