26 de abril de 2016

Hablando del asunto de Julian Barnes

Stuart y Gillian se conocen en una reunión organizada en un hotel por una agencia matrimonial que organiza cócteles para solteros de buena posición que, por diversas circunstancias, tienen una escasa vida social. Stuart es un cuadro medio de un banco, un buen chico, sensible aunque algo soso, y Gillian una restauradora de cuadros encantadora. Se casarán, pero entra en escena Oliver, el mejor amigo de Stuart, bohemio y presunto dandy, que se las da de conocer mundo aunque no ha pasado de Marbella, quien se enamora perdidamente de Gillian. Y Barnes obsequia a los lectores con su moderna versión del triángulo eterno.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo más interesante de la novela, a mi modo de ver, es la estructura que utiliza en que los personajes van relatando la situación y sus propios sentimientos a modo de monologos. Vemos tres personajes principales en el que dos amigos, de muy diferente forma de ser uno bohemio pero en el fondo un pobre diablo y otro un hombre gris pero triunfador dentro de sus posibilidades en los puestos intermedios de la banca,se enamoran y obsesionan de una misma persona. Por otra parte el lenguaje es facil de entender y refleja los sentimientos y estados de ánimo de los personajes