5 de marzo de 2013

El gran Gastby de Scott Fitgerald


Jay Gatsby, el caballero que reina sobre West Egg, el anfitrión de las noches sin tregua, pero también el triunfador marcado por el trágico sino de una soledad no pretendida, es el arquetipo de esos años veinte que se iniciaron con la Prohibición y discurrieron en el gangsterismo y la corrupción política organizada. Protagonista de una década que culminaría con la catástrofe de 1929, su imagen de esplendor no hace sino anunciar un drama inevitable. Triunfo de perpetua juventud, brillantez animada por el exceso, fueron también las constantes de la vida de Francis Scott Fitzgerald, quien nos ofrece en El gran Gatsby una de sus obras mayores.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí la novela me encantó! Me recuerda las películas como "El Golpe", "Los Incautos". Creo que las mejores películas americanas que se ha hecho han sido las que trataron de temas comúnes a la novela de Fitzgerald, el jazz, la boemia, los engaños y sorpresas de una sociedad que supervaloriza el "tener" en lugar del "ser", etc. Pero además de eso me gustaría destacar que esa "falta de valores" no está tan lejos de lo que pasamos actualmente...sigue siendo muy importante tener, sea el mejor móvil, el mejor coche, el mejor vestido! Es lo que se sigue viendo en los más diversos lugares que frecuentamos. Nos nos engañe mos! Y creo que seguirán pasando situaciones como la que nos cuenta Fitzgerald a través de la desesperación y la angústia de Nick al darse cuenta que cuando se acaba la fiesta, ya no hay quien quiera ir al entierro...

Anónimo dijo...

En el grupo del miércoles mañanas ha gustado mucho la obra.
Hemos deliberado sobre la fantástica manera de plasmar la metáfora del sueño americano. En esos felices, excesivos, snobs y vacíos años veinte que son el escenario de la acción. Sobre si se trataba de una novela social, o la podíamos clasificar de romántica. Sobre si el protagonista, el héroe/antihéroe Gatsby era un perdedor con ilusión, un romántico empedernido o un gran ambicioso con un nítido. objetivo en la vida. Esta novela ¿habla del amor o de la ausencia de amor?
Las deliciosas descripciones y la acción que se acentúa en la segunda parte de la obra han atraído a todos y nos han llevado a reconocer lo cinematográfica que es su redacción.
Y el final… casi de cuento moral.
Como punto negativo hemos visto como las mujeres aparecen como los personajes más inconsistentes, fatuas y a veces perniciosas (para los hombres, por supuesto).
En fin, una novela que se lee con placer, que no ha envejecido y que os recomendamos.
Nosotros veremos en breve la película, ¡Robert Reford incluido!